Cómo se gestó el laboratorio molecular que eleva a Bolívar a un plano de relevancia a nivel provincial

La inauguración del Laboratorio de Biología Molecular de Bolívar (LABBO) fue el final de una etapa de gestiones y el inicio de otra, o varias, que –se espera- tendrán a la ciudad como una referencia para otros distritos de la región en lo que a ciencia refiere. Una de las piezas clave de este convenio fue la bióloga bolivarense Silvia Lede, quien acercó al intendente Marcos Pisano y a la secretaria de Salud María Estela Jofré al CONICET, organismo que acompañará proyectos vinculados al desarrollo científico en el distrito.

Silvia Lede coordina el área de Salud, Agro, Alimentos y Biotecnología del CONICET, y se ocupa principalmente de gestionar proyectos que sirvan de soporte científico y tecnológico a municipios, gobernaciones, instituciones o empresas.

A poco de desatarse la pandemia, se contactó con la gestión de Marcos Pisano para darse a conocer y ponerse a disposición para trabajar de manera conjunta. Fue así que la primera quincena de mayo, con la preocupación por los contagios en geriátricos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), Lede ofició de enlace entre María Estela Jofré y el Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y SIDA (INBIRS), que comenzó a analizar testeos realizados a residentes de hogares de Bolívar.

Tras este primer acercamiento, y con el empuje de Jofré, Pisano planteó la idea de generar un laboratorio molecular y comenzaron nuevas conversaciones. “Trabajaron mucho en poder conseguir los recursos. Esta tecnología es cara y hoy por hoy no estamos en condiciones de obtener presupuestos fácilmente. Fue una gran labor y tuvieron respuestas”, celebró Lede en diálogo con PRESENTE.

“Es
un laboratorio de muy alta tecnología. Los aparatos dan mucha facilidad en el
trabajo y una capacidad de análisis grande que da a Bolívar la posibilidad de
ser un laboratorio que tiene incidencia y la pone en una posición de relevancia
e importancia”, consideró la bióloga.

Post
pandemia

Si bien el principal fin del laboratorio en este contexto es procesar y analizar muestras para detectar coronavirus, tiene una mirada de largo plazo. “Se puede utilizar para responder a otras necesidades, no solo de salud humana sino de sanidad animal, bromatología y demandas del sector agrícola-ganadero”, indicó Lede y puntualizó en la potencialidad de agregar valor a las materias primas que se producen en el distrito (leche, miel, chacinados, entre otras), y vehiculizar los estudios de calidad a través del LABBO.

“A partir de esta inauguración vamos a hacer reuniones con distintos actores para poder tener una identificación más clara de las necesidades actuales, generar innovación a futuro y unir las capacidades con las que ya cuenta Bolívar con las científicas y tecnologías del CONICET; y firmar un convenio marco que dé el puntapié para generar convenios específicos”, profundizó.

La bióloga oriunda de Bolívar cuenta con un extenso currículum: está especializada en Biología y Biotecnología Molecular, es miembro de la Comisión Nacional Asesora del Ministerio de Agroindustria, representante del CONICET en el SENASA, y ha trabajado en áreas investigativas del organismo estatal, así como también en empresas multinacionales vinculadas al agro.

“Quizás en algún momento exista la idea de que Bolívar tenga un centro propio de investigación y desarrollo asociado a CONICET”, expresó, y dijo que había “muchas ganas y posibilidades” por parte del organismo científico y del Ministerio de Ciencia de “dar soporte” a este tipo de actividades.

Marcos Lede Mendoza - @ledemendoza_m