La caída promedio del salario en el sector del empleo registrado debajo de la línea de pobreza se refleja en el derrumbe del consumo interno. Según varios indicadores, la población consumió 9,3% menos de carne vacuna en el mes de febrero.

Así lo estimó la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), en un informe cuyo resultado también arrojó que el consumo de carne vacuna fue de 44,6 kilos por habitante en febrero de 2024 contra 49,2 en febrero de 2023.

Como contraparte, el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (IPCVA) estimó un crecimiento del 4,2% en el consumo de pollo fresco.

Si bien el gobierno nacional abrió las exportaciones de cinco cortes populares de carne vacuna, el Instituto precisó que las ventas por fuera del país fueron en enero un 2,4% menos que en diciembre. 

En tanto, según el Indec, el salario promedio de los trabajadores registrado en blanco, según el RIPTE, registro que lleva la secretaría de Trabajo, se ubicó en enero en los $555.269. Pero la Canasta Básica Total (CBT) que mide los gastos que debe hacer una familia de cuatro integrantes para no ser pobre, se ubicó ese mes en $596.823, sintetizó DIB.

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De ese modo, los empleados formales estables ya tienen, en promedio, ingresos inferiores a una CBT y, por tanto, están por debajo de la línea de la pobreza.

Restando el 17% correspondiente a los aportes patronales y cargas sociales, se obtiene como resultado que el salario neto promedio de enero fue de $460.873, un monto que está incluso por debajo de una CBT correspondiente a una familia de sólo tres personas ($475.140).

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