viernes 3 de mayo de 2024

Salud mental

Pérdida de la memoria: a qué edad empieza y cómo evitarla

Un estudio determinó las causas, los síntomas y diferentes factores que llevan a olvidar hechos del pasado.

Pérdida de la memoria: a qué edad empieza y cómo evitarla
lunes 22 de abril de 2024

Uno de los síntomas frecuentes relacionados al envejecimiento por el paso del tiempo es la pérdida de memoria. A su vez, puede estar acompañado por cambios físicos y deterioro de la salud en algunas personas. La capacidad de aprender y retener información es fundamental para el desarrollo y, con el tiempo, la memoria puede verse afectada por distintos factores.

Al interferir en las actividades diarias y la rutina establecida, los problemas de memoria pueden volverse más serios. Entre los signos más notorios se encuentran perderse en lugares frecuentes; no lograr seguir recetas o instrucciones; confundir a las personas, lugares y tiempo; hacer las mismas preguntas una y otra vez y no alimentarse bien o modificar la rutina.

Según un estudio sobre la demencia y los trastornos cognitivos geriátricos que realizó el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, es normal olvidar cosas en cualquier etapa de la vida pero también puede significar un indicio de un declive cognitivo.

 

 

 

La investigación detalla que luego de los 30 años las personas comienzan a sufrir ese declive y también pueden hacerse presentes sus síntomas. Esto se intensifica notablemente a partir de los 60 años.

A modo de sugerencias o técnicas para manejar los olvidos y estimular el cerebro, la institución dio a conocer una lista de acciones para mejorar la memoria. Las más destacadas son:

  • Seguir una rutina diaria
  • Aprender una actividad nueva
  • Colocar los objetos personales en un mismo lugar
  • Ser voluntario en una comunidad
  • Planear tiempo de amigos
  • Dormir lo suficiente
  • Limitar el consumo de bebida alcohólicas

 

 

 

A su vez, hay otros factores que pueden afectar a la memoria y no estar relacionados con el envejecimiento o la demencia. Por ejemplo, los golpes en la cabeza, coágulos sanguíneos, enfermedades de la tiroides o efectos secundarios de medicamentos.

Además, las situaciones estresantes como un duelo pueden desencadenar problemas para recordar distintos datos. Este tipo de afecciones suelen ser pasajeras y mejoran a medida que disminuye la emoción negativa.

En todos los casos se recomienda consultar a un profesional especializado en el tema para poder tener un diagnóstico y tratamiento pertinente a una evaluación médica.

 

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