El martes, al igual que en muchísimos puntos del país, se realizó en Bolívar la manifestación en defensa de la educación pública. No fuimos millones como en Capital, ni miles como en otras ciudades, pero en el contexto habitualmente tibio y poco comprometido del que somos parte los habitantes de la ciudad (y de un frío invernal), hubo una muy buena cantidad de gente, alrededor de 300 o 400 personas.

Hay quienes dicen que se trató de un acto político; coincido desde el punto de vista literal de la palabra. La educación pública es política, y porque es política es que algunos políticos, los que hoy gobiernan, pueden intentar prescindir de ella. Pero también se hace política al caminar (como dice 'Raly' Barrionuevo) y por eso es deber de muchos ciudadanos (los que coincidimos en la importancia de que la educación sea pública, gratuita y de calidad) manifestar un apoyo y una defensa a esa causa, aunque parezca mentira que se esté poniendo en tela de juicio la cuestión.

Porque es un acto político, es que esperaba ver representantes de todos los espacios políticos en la manifestación. Pero no. Muchos de los que hoy son oposición en lo local y miran con agrado (aunque a veces con sonrojo) el accionar del gobierno nacional, brillaron por su ausencia. Para ser justo, debo decir que al único que vi fue a 'Miki' Francisco con parte de su militancia de izquierda. Aunque también es verdad que 'Miki' y su grupo cada vez están más cerca del oficialismo local, seguramente citando esa frase de “unidos por el espanto”.

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De los demás, era obvio que no iban a estar los militantes de La Libertad Avanza, aunque seguramente alguno o muchos estudiaron y se recibieron gracias a la gratuidad de la educación pública. Pero bueno, nadie esperaba que estén. En cuanto a los del PRO, uno podría inferir casi lo mismo, no irían, aunque su corazón les sugiriera lo contrario.

Lo que resulta llamativo es no haber visto ningún representante del radicalismo. Quizás alguno estuvo y yo no lo vi, también puede ser. Pero pregunté a algunos colegas y nadie vio a ninguno. Entonces, ahí es cuando un acto político se transforma en partidario. Cuando los integrantes de un espacio dejan exclusivamente en manos de otro manifestarse por una causa.

Estoy seguro que muchos concejales y dirigentes del radicalismo local estudiaron y se recibieron en la universidad pública, o en algún terciario de similares características. Y si no lo hicieron ellos, estoy seguro que tienen algún hijo o sobrino cursando en esas aulas. Y si tampoco pasa por ahí, estoy seguro que mucho de sus votantes valoran la gratuidad de la educación. Por alguno de esos motivos debieron estar ahí. Pero si nada de eso los motivaba, bien podría haberlo hecho, al menos, la lectura política de la importancia de la foto, de mostrarse. Lo mismo que hizo el intendente Marcos Pisano, que prefirió ir a sacarse la foto con el gobernador a quedarse junto a su pueblo. Por la foto, al menos, podrían haber estado.

Un párrafo final para los estudiantes. Bienvenidos los aproximadamente 200 que había ayer, pero entre el Instituto y el CRUB debe haber más de 1000. ¿Dónde estaban esos que hacen uso de la educación pública sino donde había que estar para bancarla?

Era un día y un horario laboral. Ojalá esa sea la causa que justifique las ausencias. Porque estoy seguro que lo de ayer era importante. Hoy se pone en tela de juicio a las universidades, mañana serán otras escalas de la educación, pasado mañana podría tratarse de la salud pública y, si la gente no se planta, se llevarán puesto todo lo que les plazca.

Muchos de los que ayer no estuvieron son de los que luego hablan de “meritocracia”. ¿Cuán justo podría ser el mérito si las oportunidades no son parejas para todos?

Seguramente nunca me han visto y quizás no me vuelvan a ver en alguna manifestación, soy parte de la tibieza social de Bolívar. Pero lo del martes era clave y había que estar. Porque estudié en la universidad pública y porque quiero que mis hijos tengan esa posibilidad que, al ritmo que vamos, probablemente sea la única.

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